Garachico tiene la suerte de albergar la fortificación más antigua de Tenerife, el castillo San Miguel, un edificio de 450 años -los cumplió el 25 de julio- construido en 1575 para defender la zona de posibles ataques piratas, al ser capital y puerta de entrada a Tenerife gracias a su puerto, el más próspero de la Isla.

Ubicado junto a las piscinas naturales de El Caletón, el inmueble se encuentra intacto, pero fue necesario realizar algunas pequeñas modificaciones de restauración debido al incendio que sufrió en 1697. Aguantó la erupción volcánica de Trevejo o Arenas Negras en 1706 aunque su emplazamiento ayudó, al no estar directamente en la trayectoria de la colada. Sin embargo perdió su función defensiva, la de ser el guardián de la Villa y Puerto, al ser este último sepultado por la

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