Como si hubiera transformado la tristeza en energía positiva. Así salió Boca a acorralar a Belgrano desde le comienzo del partido. Pasado el homenaje a Miguel Russo, el local se tiró encima sobre el arco de Thiago Cardozo. Y antes del minuto Miguel Merentiel lo tuvo bajo el arco. Boca hizo el gasto, en definitiva. Porque todo el partido fue así. Pero celebró Belgrano. Que lo ganó por un penal y un gol en contra de Paredes. Así es el fútbol.
Fue un inidicio de lo que iba a ser ese primer tiempo que dominó el conjunto ahora de Claudio Ubeda. Belgrano, en clara actitud más pasiva, quiso ver hasta dónde podía llegar el dueño de casa. Y jugó a soportar ese vendaval del comienzo. Y aguantó. Porque Boca siguió yendo con la misma actitud durante todo el primer capítulo y la Fiera Merentiel siguió