La consideración general de un equipo que sigue sin sumar fuera de casa -sin puntos después de la disputa de quince- se impone a la de la resistencia de un Osasuna que se mantuvo en pie por una actuación sobresaliente de su portero, Sergio Herrera , y que dispuso de una oportunidad clarísima para empatar en el minuto 89 en el campo de un rival potente, de una apisonadora en su estadio y de uno de los grandes de la Liga. Osasuna estuvo a punto de echarle un borrón en su expediente, pero esta vez fue Oblak quien reclamó el protagonismo de los porteros al rechazar el remate final de Budimir.
El equipo de Lisci aguantó la presión creciente de un Atlético con muchos recursos en ataque y con una determinación manifiesta por llevarse el partido -nada nuevo si se habla del Atlético-, pero