Ana Quintanilla Ciudad de México / 17.10.2025 22:28:00

“La vida se divide entre lo horrible y lo miserable”, dice Woody Allen en Annie Hall . Horrible es, por ejemplo, padecer una enfermedad terminal. Y miserable es lo que somos todos los demás. Pero quizás perteneció, en algún momento, a una tercera categoría, miserable pero un poco menos , porque veía el mundo a través de Diane Keaton.

En una carta publicada en The Free Press al día siguiente de la muerte de la actriz, el cineasta recuerda cómo se conocieron en 1969 , cuando ella audicionó para su obra Play It Again, Sam . En aquel entonces, él ya había ganado cierta fama como comediante y guionista de televisión, y cuenta que, cuando la vio en el escenario, pensó de inmediato en la obra de uno de los humoristas más re

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