-¿Hablar en público no es algo ya superado?
-Quizá lo era antes. Pero ahora vivimos en la economía de la atención y, por tanto, captar y mantener el interés de la audiencia es una tarea cada vez más escurridiza. Nuestra capacidad para atender ha caído, y con ella, la eficacia de cualquier mensaje.
-¿Tanto nos afectan las pantallas?
-Desde luego. La digitalización de las relaciones reduce las oportunidades de entrenar habilidades comunicativas: gran parte de nuestra interacción es escrita y el resto con audios. Ninguna de ellas mejora la capacidad de hablar en público en tiempo real.
-Sin embargo, en las empresas se imparten cursos de presentaciones eficaces.
-Eso era antes también. Con la popularización del PowerPoint entre los 90 y los primeros 2000, las organizaciones promovieron es