Hace muchos años circulaba un chiste sobre dos presidiarios en fuga del penal. Con infinita paciencia y una cuchara habían hecho un túnel para recuperar la libertad. Todo mundo lo sabía, pero los dejaron seguir.
El día de la evasión, cuando faltaban centímetros para la superficie, uno de ellos se quiso adelantar.
--Yo salgo primero, dijo y emergió a la superficie. Un guardia lo esperaba y junto con la luz de sol, lo saludó con la culata de su carabina. Con el hocico partido se tapó el grito, regresó y le dijo al otro, mejor sal tu primero, a mí ya me ganó la risa.
Un poco así le sucedió a Morena con el fichaje, a través del Verde o como haya sido, de José María Tapia. Nadie había dicho nada hasta la alharaca de las redes y los medios. Morena con la boquita bien cerrada. El gobierno, lo