Con la tardía salida de Cristian Fabbiani, cuyo ciclo ya estaba agotado tras la eliminación de la Copa Argentina, este Newell's demuestra crudamente que siempre puede estar peor . Cada técnico, cada intento, cada crisis, lo dejó más confundido, más hundido, y sumido en problemas mayores, de carácter estructural, sin chances de rápida recomposición.
En cada proceso, las fallas en las determinaciones más importantes, en todos sus niveles, le hicieron bajar su piso de rendimiento, de confianza y de expectativas y, tarde o temprano, lo terminaron maniatando y alejando de sus objetivos de protagonismo naturales . La decisión de disponer el despido del Ogro, ratifica este escenario y expone las acuciantes necesidades y urgencias que exhibe esta situación.
Por eso, en los últimos 12 años