Hay prendas que parecen destinadas a vivir en el fondo del armario, paralizadas por el miedo a lucirlas en público. Sin embargo, la clave para forjar un estilo personal y auténtico podría residir precisamente en esa incomodidad inicial. Si un atuendo provoca una ligera sensación de extrañeza o inseguridad al cruzar el umbral de casa, es muy probable que sea la elección perfecta para romper los propios límites y empezar a vestir de una forma más genuina.

De hecho, este ejercicio no trata de disfrazarse ni de buscar la extravagancia por sistema, sino de realizar una elección estilística consciente que nos empuje fuera de nuestra zona de confort. La idea de "vestir raro" es, al fin y al cabo, completamente subjetiva. Para una persona puede suponer cambiar sus vaqueros de siempre por un p

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