Napoleón quiso conquistar España, pero su ambición no se detuvo en el trono: también quiso su arte. Durante la ocupación francesa de España, Napoleón Bonaparte se apoderó de una buena parte del patrimonio artístico español bajo la excusa oficial de trasladar las obras a un 'Museo Nacional' en París, para su preservación. Sus tropas incautaron pinturas, esculturas, tapices y objetos religiosos de iglesias, conventos y palacios.

Sin embargo, lo que se presentaba como un proyecto cultural, era en realidad un expolio sistemático: inventarios falsos, traslados rápidos y la utilización de carruajes para transportar los tesoros hacia Francia. Muchas de las obras fueron a París y, o bien se incorporaron al Museo del Louvre, a otros museos, o se vendieron a coleccionistas.

Aunque algunas piezas d

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