El crecimiento de Vaca Muerta volvió a quedar bajo la lupa, pero esta vez no por su potencial productivo, sino por las dificultades financieras que enfrentan las petroleras que operan en la formación. La decisión del Gobierno de frenar los aumentos en las tarifas de luz y gas durante el invierno generó una deuda con las empresas proveedoras de gas, que ahora advierten complicaciones para sostener el ritmo de inversión en los pozos que alimentan la matriz energética nacional.
En la Cuenca Neuquina, donde Vaca Muerta marca el pulso del desarrollo energético argentino, la preocupación gira en torno a la falta de liquidez. Las compañías aseguran que los atrasos en los pagos del Estado rondan los 280 millones de dólares y ponen en riesgo la producción del próximo invierno. El problema es