La Floralis Genérica está cada vez más cerca de volver a brillar completa. Este fin de semana, la Ciudad concretó un megaoperativo para trasladar e instalar el primero de los dos pétalos restaurados de la icónica escultura porteña.
La pieza, de más de tres toneladas de aluminio y acero, debió realizar una travesía de alta complejidad logística y recorrer 150 kilómetros a bordo de una barcaza, a través del río Paraná, para volver a unirse con la estructura principal de la flor en la Plaza de las Naciones Unidas, en el barrio de Recoleta.
"La Floralis Genérica representa mucho más que una escultura monumental de 18 toneladas de acero y aluminio. Es un verdadero ícono de nuestra identidad y estamos orgullosos porque gracias a un intenso trabajo volvemos a verla brillar", sostuvo el Jefe d