Por Lucas Moyano (*)

La inteligencia artificial (IA) es una herramienta disruptiva con el potencial para transformar positivamente la humanidad.

Sin embargo, su irrupción también trae consigo riesgos latentes, especialmente en la esfera de la ciberseguridad y en el futuro de tareas laborales.

Es común leer noticias de profesiones en riesgo de ser reemplazadas por la IA

Hoy la IA ha ingresado al consultorio médico, poniendo en tensión uno de los pilares más sagrados de nuestra sociedad: la salud.

La promesa es tentadora: diagnósticos rápidos, precisos y la detección de patologías con exactitud. Vemos ya el desarrollo de chats médicos y sistemas que ofrecen un diagnóstico con un simple clic.

Pero, como en todo avance tecnológico, debemos preguntarnos: ¿qué perdemos en el camino y q

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