Esta vez, el STJ rechazó el último intento de su madre por revertir una decisión que había cambiado el curso de su vida: la que otorgó el cuidado personal de la niña a su padre.

El caso comenzó hace más de tres años, cuando el padre de I. demandó a su ex pareja. Alegó que ella impedía o dificultaba el vínculo con su hija, y pidió que la justicia le otorgara el cuidado personal unilateral. La madre negó esas acusaciones y contó una historia distinta: dijo que la relación con el padre se había roto antes del nacimiento de la niña, que él nunca se involucró en su crianza y que la decisión judicial de apartarla del cuidado era, además de injusta, un golpe a la estabilidad emocional de I.

Pero los tribunales de las dos primeras instancias coincidieron en darle la razón al padre. La jueza de

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