Amazon Web Services (AWS), la plataforma de computación en la nube que impulsa gran parte de internet, sufrió una caída durante varias horas el lunes, dejando inoperativos varios sitios web y aplicaciones importantes.
Desde servicios bancarios hasta redes sociales, pasando por sitios de reserva de vuelos y compras en línea, miles de servicios se vieron interrumpidos, dejando a millones de personas en todo el mundo —muchas de las cuales se dirigían a sus trabajos en la costa este de Estados Unidos— sin poder pedir el café por el móvil ni acceder a aplicaciones clave.
Esta última interrupción sirve como recordatorio de lo frágil que puede ser la base de Internet, incluso si la interrupción es breve, y de lo dependiente que se ha vuelto el mundo de estos servicios en línea.
Aunque AWS y su