El Comando de Prevención Rural de Bahía Blanca llevó adelante una investigación que culminó con tres allanamientos y el secuestro de carne de animales silvestres, armas y otros elementos vinculados a la caza furtiva en la zona de Nueva Roma, sobre la Ruta Nacional 35 entre los kilómetros 30 y 40.

Según se informó oficialmente, la causa se inició de oficio el pasado 29 de septiembre por infracción a la Ley 22.421 de Conservación de la Fauna Silvestre, con intervención de la UFIJ N.º 7, especializada en delitos rurales. Las pesquisas determinaron que un grupo de jóvenes se dedicaba a la caza ilegal de ñandúes utilizando perros galgos en distintos establecimientos rurales.

Este tipo de actividad genera serios perjuicios a los productores de la zona, ya que los animales empleados en la caza

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