Si ya era complicado para la UE tomar represalias contra Israel por la situación humanitaria en Gaza –debido a las enormes diferencias entre los estados miembros–, ahora que se ha alcanzado un alto el fuego todavía lo es más. La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, dio ayer por congelada su propuesta de sanciones a Tel Aviv. Es decir, que de momento, Bruselas no las retirará del todo, pero tampoco propondrá a los estados avanzar en estas discusiones a la espera de que el acuerdo de Donald Trump se materialice.

“Por supuesto, el contexto ha cambiado desde que las medidas se pusieron encima de la mesa. Hemos hablado de esto hoy y había opiniones divergentes, por lo que hemos acordado que no avanzamos con las medidas ahora, pero tampoco las retiramos de la mesa p

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