No es raro recibir en emergencia a niños con quemaduras, referidos desde diferentes partes del país. Las causas más frecuentes son la exposición a líquidos calientes o al fuego, y los menores de 5 años son los más vulnerables.
Ante una quemadura, es fundamental determinar su grado (primer, segundo o tercer grado), el área afectada (porcentaje del cuerpo) y la zona comprometida (cara, tórax, brazos o piernas).
Lo primero que debe hacerse es colocar la parte afectada bajo agua fría o aplicar compresas frías, retirar con cuidado la ropa de la zona y cubrir con una gasa vaselinada. No se debe aplicar hielo, mantequilla, grasa ni remedios caseros. Es importante controlar el dolor con un analgésico.
La situación es grave si la quemadura se encuentra en la cara, genitales, manos, pies o arti