El rugido de las excavadoras comenzó a resonar el lunes en los jardines de la Casa Blanca, y está previsto que continúe en los próximos meses. Su objetivo no es otro que demoler parte del ala este del edificio presidencial y en su lugar sustituirlo por lo que el presidente estadounidense, Donald Trump , ha denominado como parte de "su legado" presidencial.
La escena, captada por varios corresponsales en Washington, ha causado una mezcla de asombro y polémica. Pese a que la Administración Trump aseguró que la nueva construcción sería un anexo " separado sustancialmente " de la estructura original, las imágenes muestran la destrucción parcial de una sección histórica de la residencia.
Según ha confirmado un funcionario de la Casa Blanca al Washington Post bajo condición de anonimato, e