Descubrir in fraganti a tu hijo o haciendo algo que no debería hacer, incluso, pese a las advertencias, puede generarte sorpresa y molestia. Sin embargo, más que reaccionar impulsivamente, es importante detenerse, respirar y recordar que cada acción del niño es también una forma de comunicarse.

La psicóloga Karina Flores señala que, al notar que el menor rompió una regla, como comer dulces antes del almuerzo, decir una mentira o grosería, o pintar las paredes de la casa, los padres deben detener la conducta de inmediato, manteniendo la calma. Luego se deben explicar con claridad los motivos de la decisión tomada y, de ser posible, apoyarse en ejemplos concretos.

Un manejo similar conviene aplicar con los adolescentes que sean sorprendidos consumiendo alcohol, fumando o vapeando. Desde la

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