Mientras, e l jazmín y las rosas suelen acaparar la atención por su fragancia , pero hay otra planta que gana protagonismo: la lavanda. Esta planta, ideal para sembrar en primavera, no solo aporta un aroma distintivo y relajante, sino que también contribuye al ecosistema al atraer abejas y mariposas , embelleciendo naturalmente el ambiente.

Su bajo requerimiento de cuidados la convierte en una opción conveniente para quienes disponen de poco tiempo para la jardinería. La lavanda se adapta con facilidad a diversos tipos de suelo y tolera sin inconvenientes la exposición al sol intenso durante el verano. Sus flores de tonalidad lila, además, añaden un toque de color y frescura al espacio.

Al ser plantada en primavera, esta especie asegura una floración que se extiende desde n

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