Las cuadrillas que trabajan en el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS) avanzan con soldaduras, máquinas y jornadas largas para tener listos los 437 kilómetros del ducto antes de noviembre. La obra es una de las más ambiciosas del país y promete convertir a Vaca Muerta en la gran puerta de entrada al mercado exportador de crudo.

El proyecto, que nace en los yacimientos de Vaca Muerta , une Allen, en el Alto Valle, con Punta Colorada, en la costa rionegrina. Cuando entre en funcionamiento, permitirá transportar el petróleo neuquino directamente hasta el Atlántico y abrirá una nueva etapa para la industria. Para lograrlo, técnicos y obreros argentinos trabajan codo a codo con especialistas extranjeros que manejan los equipos de soldadura automática más modernos del país.

A lo largo de

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