Estudios muestran que entrenar sin desayunar no ofrece ventajas significativas en la pérdida de grasa ni en el rendimiento deportivo.
Cada cierto tiempo, la idea de entrenar en ayunas resurge en redes sociales como una supuesta estrategia eficaz para perder peso. El “cardio en ayunas” consiste en ejercitarse por la mañana antes del desayuno, bajo la premisa de que el cuerpo quema más grasa en esas condiciones. Sin embargo, la evidencia científica disponible no respalda que esta práctica produzca cambios significativos en la composición corporal o en la pérdida de peso a largo plazo.
¿De dónde surge la idea?
Los defensores del entrenamiento en ayunas afirman que aumenta la oxidación de grasa, es decir, que el cuerpo utiliza más grasa como fuente de energía durante la actividad física.
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