Este domingo, en el Estadio Nacional, Marruecos hizo historia al coronarse campeón del Mundial Sub 20 con su triunfo por 2-0 ante Argentina. Desde temprano, el ambiente en Ñuñoa fue especial. Las banderas rojas con la estrella verde copaban los accesos y las familias chilenas se mezclaban con los hinchas africanos, que en apenas un mes se adueñaron del torneo. En la antesala de la final, aterrizaron en el país 600 fanáticos marroquíes. Fueron dos los aviones de la aerolínea Royal Air Maroc los que trasladaron a los fanáticos a los hinchas. En otro venían autoridades de la monarquía.
Ya en Santiago, fueron locales en todo momento. Cuando el himno argentino sonó, llegaron las primeras pifias, tímidas al principio, sin la estridencia de otros tiempos, pero suficientes para advertir que el fa