Trece minutos pueden ser una vida . Trece minutos es el tiempo que pasó entre el primer gol del Arsenal y el cuarto . Entre un partido digno en el que el Atlético se subía a la espalda de Julián para que el argentino lo llevara a llevarse algo de provecho del Emirates Stadium y la tragedia.
Un drama que llegó sin avisar . Mientras el Atlético se hacía ilusiones con un empate que nunca llegaba iban cayendo los goles del Arsenal. Mientras el equipo de Simeone se animaba con lo que podía ser capaz de hacer Julián, Declan Rice iba buscando la cabeza de Gabriel para que marcara el camino de la goleada.
Estuvo en todo el central brasileño del Arsenal. Marcó el primero al rematar de cabeza un saque de falta de Rice sin que fuera capaz de detenerlo ningún defensa del Atlético. Volvió a