Ciudad de México.— En vísperas del estreno de la nueva versión de Frankenstein dirigida por Guillermo del Toro , vale la pena volver al punto donde todo comenzó: una tormenta, un experimento científico y una mente joven dispuesta a desafiar los límites de la vida y la muerte.

A principios del siglo XIX, en medio de tormentas eléctricas y debates científicos apasionados, nació una de las obras más influyentes de la literatura occidental.

Mary Shelley, una joven de apenas 18 años, transformó las teorías emergentes sobre la electricidad y la vida, junto con un verano lluvioso en Suiza, en el texto eterno: Frankenstein; or, The Modern Prometheus.

El experimento, el aura de misterio y el deseo de creación se fusionaron en una sola noche de inspiración: ciencia, ética y literatura se en

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