Por: Víctor Rivas Martínez

El jueves 31 del mes de julio, a las 11 y 44 am, despegó desde Bogotá con destino a Pasto el vuelo 9401, el cual debía aterrizar aproximadamente una hora más tarde en el aeropuerto de Chachagüí. El vuelo transcurrió normalmente, cuando estaba a punto de aterrizar, a escasos metros del suelo de la pista, el avión aceleró y volvió a tomar altura.

Que aborte un vuelo en el aeropuerto de Chachagüí, no es ninguna novedad. A esas eventualidades estamos acostumbrados. Lo que molesta, es que en vez de dirigirse a el aeropuerto San Luis de Aldana, los pilotos de Avianca, sin explicación alguna, devuelvan a los pasajeros a Bogotá, cuando es más económico desviar a el aeropuerto San Luis de Aldana, o a el de Cali, desde donde en corto tiempo se podrían intentar nuevos

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