Así mismo fueron capturadas diez personas que se encontraban en el lugar realizando esta actividad ilegal afectando las fuentes de financiación de la Subestructura Pacificadores de Samaná, del grupo armado organizado Clan del Golfo, organización criminal que fortalecía su capacidad bélica y armada con estos recursos.
Con la inutilización del material incautado se logró minimizar el impacto ambiental generado por la deforestación de más de 3500 árboles y la remoción de aproximadamente 15.000 m³ de subsuelo, cuya recuperación vegetal se estima en un periodo de 40 años. También se contribuyó a la restauración del cauce natural de las fuentes hídricas de la región.