Iba de paso en un carro cuando lo vi agitar sus manos llamándome con desespero. “Tengo algo urgente que decirte”, vociferaba a un lado de la calle Dalla Costa, frente a Pan Center.
Pensando en lo peor como casi siempre, me detuve y bajé a escucharlo.
No era nada grave, por cierto, se trataba de su deseo de exteriorizar algo que lo acogota y debía dejar salir para dormir en paz con su conciencia, el deseo irreprimible de agradecer a Lizeta.
Ante tal solicitud, encendí el grabador del celular y lo escuché. Dar las gracias enaltece.
Anuncios
Visitas: 2855

TANE TANAE

Diario de Los Andes
El Destape Política
@MSNBC Video
Vogue Beauty
Ideastream
Nola Sports
Real Simple Home
Raw Story