Incontables politólogos no logran explicarse y explicar el actuar del gobierno mexicano que, hasta pareciera está sometido a los embates de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) compuesta por la disidencia del Sindicato oficial del magisterio.

Para nadie resulta extraño que al igual que los jóvenes encapuchados, incluso golpeadores y quemadores de policías, los maestros de la CNTE tienen la garantía de no ser detenidos ni levantados de los plantones en donde se pongan. A pesar de los daños hasta económicos que causan al comercio organizado de la zona centro de la CDMX.

No lo último, pero sí lo más reciente es que la disidencia magisterial convertida en la CNTE, ha amenazado al gobierno federal y a la afición con boicotear el Campeonato Mundial de Fútbol en Méxic

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