El pleno de la Cámara de Diputados de México guardó un minuto de silencio en memoria de Bernardo Bravo Manríquez, un destacado líder citricultor asesinado en Michoacán. Bravo fue ultimado tras haber denunciado extorsiones por parte del crimen organizado.
El diputado del PAN, José Manuel Hinojosa Pérez, solicitó el homenaje y expresó: “Debemos detener esta sesión para hablar de una tragedia que ha sacudido a los trabajadores, a las familias, y a todos los michoacanos. Han asesinado al empresario y líder citricultor Bernardo Bravo Manríquez, a quien le fue retirada la escolta y la seguridad que le habían asignado porque ya había denunciado amenazas por defender a los limoneros de las extorsiones del crimen organizado.”
El coordinador del PRI en San Lázaro, Rubén Moreira, también se unió a las condolencias, reconociendo a Bravo como un líder en defensa de su estado. “Nos duele, como duelen todos los homicidios, pero este es reciente y nos debe de llevar a reflexionar sobre lo que está pasando en nuestro país y en las entidades federativas”, afirmó.
Bernardo Bravo Manríquez, presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, fue encontrado sin vida en la carretera Apatzingán–Presa del Rosario, en La Tinaja. Su cuerpo presentaba signos de violencia y estaba dentro de su camioneta. La Fiscalía del Estado de Michoacán inició las investigaciones pertinentes tras el hallazgo.
Bravo asumió el liderazgo de la Asociación de Productores de Limón el 9 de octubre de 2024 y se destacó por su defensa de los intereses de los agricultores locales. Era un productor de limón con una tradición familiar de aproximadamente 30 años. Durante su gestión, denunció en varias ocasiones la extorsión por parte de grupos criminales y la intervención de intermediarios que alteran los precios de la fruta.
En los meses previos a su muerte, Bravo lideró manifestaciones para visibilizar la inseguridad que enfrentan los productores de limón. Pocos días antes de su asesinato, publicó un mensaje en redes sociales instando a los agricultores a participar en un “tianguis limonero” para negociar directamente con las empacadoras, evitando así la intervención de intermediarios.
El Gobierno Municipal de Apatzingán y el gobernador del estado, Alfredo Ramírez, condenaron el asesinato y expresaron su solidaridad con la familia de Bravo. La región de Tierra Caliente, donde se ubica Apatzingán, enfrenta altos niveles de violencia y la presencia de grupos delictivos, como el Cártel Jalisco Nueva Generación y Cárteles Unidos, que son responsables de extorsiones a los productores de limón.
El hallazgo del cuerpo de Bravo ha generado una fuerte atención tanto de las autoridades como de los productores locales, quienes continúan luchando por mejorar las condiciones de seguridad y comercialización en el sector agrícola.