Paula Espinoza Paredes
Académica Enfermería UNAB Concepción
No cabe duda de que la salud mental ha tomado un lugar preponderante en las conversaciones habituales sobre nuestra sociedad: la pandemia remeció nuestras emociones, nos enfrentó a la vulnerabilidad y nos dejó cifras que aún nos inquietan.
Con el paso del tiempo no debemos olvidarlo, sino volver a reflexionar: hoy, la invitación es a mirar más allá de las patologías o las crisis, y a incorporar la mirada hacia el Bienestar, y entender que éste se cultiva cada día; no es una meta lejana, sino una práctica cotidiana que comienza en cómo pensamos, sentimos, nos relacionamos y actuamos en nuestro entorno.
Desde lo individual, implica reconocer nuestras propias emociones, cuidar los vínculos y buscar una vida con propósito. Desde l