Santiago
A eso de las 21:10 horas, las luces del Estadio Monumental se apagaron y el público estalló en gritos.
En medio del coreo impaciente de los fanáticos y fanáticas, y los primeros acordes de Fire in Hills , Imagine Dragons dio inicio a una noche cargada de intensidad, emoción y energía desbordante.
Bajo el marco de su Loom World Tour , la banda estadounidense regresó a Chile con una puesta en escena monumental, diversa y potente: pantallas gigantes con diseños envolvente, fuego, luces sincronizadas y un sonido impecable que cautivó a miles de asistentes.
Cercanía, energía y momentos reflexivos
Dan Reynolds demostró desde el comienzo una conexión única con el público. En Bet My Life bajó del escenario, desatando la euforia de los asistentes, y en On Top