En Busbanzá, Boyacá, la noticia se regó como chisme de misa: “este año solo nacieron tres bebés”. Tres, contaditos con los dedos y sobra mano, en un pueblo donde todo se sabe aunque nunca pase nada. Pero esos nacimientos fueron suficientes para poner a hablar a las 194 casas coloniales que dan cobijo a 1.219 habitantes. El dato parece una curiosidad, pero no: es una alarma nacional con olor a café frío.

En Busbanzá, antes se celebraba cada parto como un milagro de maíz. Ahora el tema puede ser tema de estudio y de conversación de tienda. Los sociólogos, los demógrafos y hasta los curas podrían meterse entre las cobijas para entender qué está pasando. ¿Será la migración juvenil, la crisis económica, la televisión o el desánimo amoroso? Nadie sabe con certeza, pero lo cierto es que los pueb

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