Columnista de AFP

Elegido presidente de Bolivia en el balotaje del domingo, Rodrigo Paz, 58 años, forjó su victoria rehuyendo el membrete ideológico. Heredero de una influyente dinastía política, este moderado y populista se describe a sí mismo como un hombre de consensos. Promete cambiar el sistema y a la vez no afectar a nadie. Y en sus mítines reparte lemas para todos: del conservador “Dios, familia, patria” al guevarista “hasta la victoria siempre”.

Ahora pondrá fin a 20 años de gobiernos socialistas iniciados por Evo Morales.

Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), tuvo que empezar varias veces de cero porque su familia se veía obligada a viajar de un lado a otro, a menudo perseguida por dictaduras militares. “En la lucha de mis padres por la democracia, hemos vivido en

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