La reina Sofía ha vivido años muy duros en los últimos tiempos. Uno de los momentos más duros para ella fue la pérdida de Constantino de Grecia, casi sin despedirse. El rey heleno sufrió un derrame cerebral que acabó con su vida. Perdió a uno de los pilares más importantes en su vida. Ella siempre se refugiaba en Londres, donde vivía su hermano en el exilio, cuando necesitaba arroparse por la familia. Para colmo, unos meses más tarde, la emérita sufrió la enfermedad de Irene de Grecia. Su hermana ha olvidado todos sus recuerdos. Padece Alzheimer y la enfermedad ha avanzado a pasos agigantados aún con todos los esfuerzos que se han hecho por parte de Zarzuela para frenarla o retrasarla. Cuenta con personal sanitario las 24 horas del día y los mejores neurólogos a su disposición que la vis

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