Opinión de: Robin Nordnes, cofundador y CEO de Raiku

Muchos incondicionales de las finanzas descentralizadas (DeFi) asumen que el futuro de la adopción institucional estará impulsado por rendimientos deslumbrantes y altísimos. La realidad es que el público general quedará más impresionado con la consistencia y la fiabilidad.

DeFi abrió la puerta para que la gente común accediera a herramientas financieras que antes estaban reservadas para las instituciones. Por primera vez, cualquiera podía invertir su dinero en mercados abiertos desde cualquier parte del mundo. Eso fue un enorme paso adelante. La misma apertura que lo hizo posible conllevó una contrapartida. La descentralización nos dio libertad, pero a veces significaba imprevisibilidad.

Ahora es el momento de cerrar esa brecha. E

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