Cinco países, más de dos días de viaje, 2.529 kilómetros y convoy escoltado para que todo saliera bien. Así ha sido el “complejo” viaje que ha protagonizado Metzi , una elefanta preñada que ha sido trasladada del Bioparc de Valencia al Zoo de Sosto (Hungría) para reforzar allí el grupo de cría controlada científicamente y donde la han recibido con los brazos abiertos, tanto los cuidadores como el resto de elefantes que viven en esas instalaciones.

Será en Hungría donde Metzi dé a luz, una gestación de gran valor , recuerdan los especialistas, porque el elefante africano ( Loxodonta africana ) está catalogado como “en peligro” en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el estatus previo a “crítico”. 

Un viaje con una elefanta gestante

Los traslados de animales siempre conllevan alta complejidad , todavía más si es el animal terrestre más grande que existe y más aún si este está en estado de gestación. Ante este reto, lo primero que se escogió fue el momento del viaje, cuando entraba en los 14 meses, teniendo en cuenta que se prolonga entre 20 y 22 (más larga del reino animal), una fase central que permitía efectuar el transporte con seguridad y sin que afecte a la cría. 

También se había entrenado previamente . El personal trabajó en acostumbrar a Metzi al enorme container construido ex profeso . Ahí se encontró con el personal de Sosto, que acudió para conocerla, familiarizarse con el animal y posteriormente viajar con él. 

En su nuevo hogar ha permanecido bajo la vigilancia de responsables de los dos parques, que no es la primera vez que colaboran. Desde el primer momento, “Metzi se unió a un grupo de hembras con las que está desarrollando una relación muy estrecha” y ha dejado “entrañables imágenes” junto al grupo , lo que evidencia que la adaptación ha sido positiva. 

Estrategias para proteger al elefante africano

Esta entidad considera imprescindible abordar la “dramática situación” del elefante africano con una estrategia de plan único (One Plan Aproach), que contempla la población de animales de estas especies en su totalidad, tanto la que se encuentra en sus hábitats silvestres como la que permanece bajo cuidado humano en los parques de animales. 

Es más, considera que esta última estrategia puede ser vital para asegurar la supervivencia y disponer de un grupo suficiente y viable para una posible reintroducción. Para ejemplos, dos esperanzadores nacimientos (Makena y Malik, de 2 y 1 año respectivamente) y la preñez de la Metzi, que en unas semanas se espera que dé a luz.