Monterrey.- Con los ojos llenos de lágrimas y agradeciendo a dios en todo momento, la mamá de Joaquín Moxica vivió como nadie el estreno goleador del canterano de Rayados.

En primer fila y arropada por el resto de la afición en el “Gigante de Acero”, Laura Chapa no era solo una seguidora más, era el motor y la inspiración de Moxica, que corrió a abrazarla tan pronto como el árbitro silbó el final del partido.

Joaquín se llevó los reflectores, pero a la distancia, su madre no veía al joven de casi 20 años que abrazó a las figuras de Rayados, sino al niño que vio cumplido uno de sus mayores sueños.

“Estoy muy orgullosa y muy agradecida con dios por haberle dado la oportunidad, porque es su primer gol pero es un trabajo de muchos muchos años y él está persiguiendo su sueño.

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