La relación histórica entre Colombia y Estados Unidos ha sido tradicionalmente descrita como una de las más sólidas y estratégicas en el hemisferio. Sin embargo, en el clima político actual, esa amistad bilateral parece enfrentar una tensión sin precedentes, impulsada por diferencias ideológicas y de estilo entre los líderes de ambos países.

El resultado potencial de este pulso político se traduce directamente en amenazas económicas concretas para Colombia: la suspensión de ayuda financiera y la imposición de nuevos aranceles. Este doble golpe es lo que pone a la economía colombiana ante un escenario de desafíos complejos que merecen un análisis detallado.

No se necesita ser un experto para comprender que, cuando la política exterior se polariza de esta manera, los acuerdos y la

See Full Page