Morelia, Michoacán.– Desde los diez años, María Elena Reyes aprendió que la cocina no es sólo comida: es memoria. Originaria de la comunidad purépecha de Cocucho, en la Meseta, empezó ayudando en la cocina de su casa y con el tiempo su curiosidad se volvió oficio y luego llamado: cocinar para la familia, después para la comunidad y, finalmente, para quienes buscan los sabores de antaño.

Su primer gran impulso llegó en el octavo Encuentro de Cocineras Tradicionales, organizado por el ayuntamiento de su municipio. Presentó un pipián de lengua de vaca de milpa y obtuvo el segundo lugar. Ese reconocimiento la impulsó a seguir; hoy, con 17 años como cocinera tradicional, su nombre y su sazón aparecen en ferias y encuentros donde se celebra la gastronomía michoacana.

“Me siento muy orgullosa,

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