El florecimiento de la medicina islámica representó un período crucial en la historia del conocimiento científico, actuando como un verdadero puente que conectó y preservó los saberes de la antigüedad clásica de Occidente con las prácticas de Oriente .
Este proceso de asimilación comenzó de manera notable tras eventos como el Concilio de Edessa (489) y el cierre de la escuela de Atenas (529), que provocaron la migración de médicos y filósofos griegos nestorianos hacia Oriente Medio, principalmente a Gundeshapur (actual Irán).
En Gundeshapur se fundó una prestigiosa escuela, conocida más tarde como Academia Hippocratica. Su apogeo se consolidó en el año 765, cuando el califa al-Mansur, de la dinastía Abásida, fue atendido y curado en su hospital. Impresionado, el califa ordenó la