Francia y España reafirmaron este martes su apoyo a la prohibición prevista para 2035 de la venta de automóviles nuevos con motor de combustión interna en la Unión Europea , una medida decidida hace varios años por Bruselas, pero que Alemania intenta desafiar.

Esta medida, la más emblemática del Pacto Verde Europeo, está siendo cada vez más cuestionada por los fabricantes de automóviles , que reclaman con insistencia un alivio de las normas.

Por el momento, la Comisión Europea mantiene su postura, pero la presión aumenta. La legislación actual prevé una reevaluación de la medida y de su impacto en 2026, y el Ejecutivo europeo prometió abordar el tema a finales de este año.

Los fabricantes esperan que esa reevaluación permita introducir más flexibilidad o incluso anular la prohib

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