En México, el cáncer de mama sigue siendo una herida abierta en la salud pública. Cada año, miles de mujeres enfrentan un diagnóstico que, muchas veces, llega tarde. Según cifras del Inegi, más de 7 mil mexicanas perdieron la vida en 2024 a causa de esta enfermedad. Detrás de cada número hay una historia, una familia, una ausencia que pudo evitarse si la detección y la atención hubiesen llegado a tiempo.

Por eso, la estrategia nacional anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum representa un cambio de rumbo. Su Modelo de Atención Universal de Cáncer de Mama, con una inversión de 8 mil millones de pesos, no es sólo un programa más, sino una apuesta por la vida, por la igualdad y por la justicia social en materia de salud.

Durante el periodo neoliberal, el sistema sanitario estuvo fragm

See Full Page