Argentina parece empeñada en ser un caso de estudio para manuales de volatilidad y pendularidad psiquiátrica. Mientras la mayoría del planeta puede planificar con cierta calma, nosotros jugamos en una mesa de casino donde la única apuesta posible es en el spot.

Nada de rolear deuda, nada de mirar más allá del corto plazo y siempre obligados a mostrarle a Wall Street que hay plata en "cash" para pagar los bonos, cosa que casi no ocurre en ningún otro lugar del mundo.

Cada dólar que entra se cuenta minuciosamente y se exhibe como si fuera un trofeo, prueba de que todavía somos capaces de generar reservas, y está todo un país pendiente de cuántas divisas se generan cotidianamente.

Esto habla del delirio en el que vivimos y también justifica el blindaje que Estados Unidos le ha of

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