Lo definen como un robo de película porque, ¿Quién podría creer que pasadas las nueve de la mañana de un domingo se llevaría a cabo un robo sin, a día de hoy, haber detenido a los autores en el museo más importante y visitado de Francia? Seguramente casi nadie. Lo que si se podía llegar a pensar es que tuvieron que actuar de forma que ninguno de los presentes sospechase de lo que iba a ocurrir.
Diademas, collares, pendientes y broches, un total de ocho joyas valoradas en 88 millones de euros fueron robadas del museo del Louvre. Cuando todo el mundo se echaba las manos a la cabeza intentando averiguar como en menos de diez minutos entraron y salieron del edifico sin llamar la atención.
Las primeras informaciones afirmaban que cuatro encapuchados , con dos motos y un camión equi