En aquellos años en los que el Barça de Johan Cruyff deslumbraba al mundo, el vestuario azulgrana era mucho más que un grupo de futbolistas talentosos: era una mezcla explosiva de genio, disciplina y caos creativo. José Mari Bakero, uno de los pilares de aquel equipo, ha recordado, en 'El Bar' con Sique Rodríguez, la forma en que convivían personalidades tan dispares como las de Romário, Hristo Stoichkov y el propio Johan como entrenador.
"Johan Cruyff hacía mejor a Romário"
"A él le gustaba estar", ha contado Bakero refiriéndose a Romário. "Ni bailaba, ni bebía, ni nada, pero estaba hasta las tres de la mañana. Dormía de tres a nueve, cinco horas, y luego por la tarde se metía una siesta de cinco o seis. Él tenía este tipo de vida". Una rutina que, vista desde fuera, parecía un sinsenti