La rehabilitación no es un acto caritativo. Es un derecho. Y cuando se habla de discapacidad visual, ese derecho se vuelve todavía más urgente, más profundo, más humano.

Hace unos días tuve la oportunidad de conversar con la maestra en rehabilitación Diana Garay, una profesional con una trayectoria amplia en el ámbito de la fisioterapia y la rehabilitación, y con un interés genuino —y poco común— por la rehabilitación de personas con discapacidad visual. Ella es docente en distintas universidades y, a diferencia de muchos colegas del ámbito, ha decidido mirar de frente un tema que históricamente ha estado en la sombra de la formación profesional: la discapacidad sensorial.

“En la mayoría de las mallas curriculares de las universidades, no se habla de discapacidad sensorial. No se toca. N

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