Dicen que el agua no hierve cuando la estás mirando y, aunque a la termodinámica no le importa dónde poses tu vista, la frase tiene algo de razón. La ebullición no dependerá de tus ojos, pero, cuando centramos toda en un proceso lento y seguimos cada pequeña actualización, comprobando las novedades segundo por segundo, el cambio se vuelve invisible. Eso es, en cierto modo, de la computación cuántica que, si bien sigue , los pasos son técnicos y sutiles, imposibles de captar en un titular generalista.

Google acaba de alcanzar la “ventaja cuántica práctica”, o eso dice, pero. ¿No afirmó en 2019 que había logrado la “supremacía cuántica”? Dicen los titulares que, la clave del último avance es que puede resolver en dos horas una tarea que, al mejor ordenador del mundo (Frontier), le lle

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