En las húmedas tierras bajas del sur de México, ingenieros, veterinarios y entomólogos trabajan contra reloj para reconvertir una planta que podría ser clave en la erradicación del gusano barrenador, un parásito que devora la carne de animales y amenaza seriamente a la industria ganadera del país.

El sitio, que anteriormente se utilizaba para el control de la mosca de la fruta mediterránea, está siendo transformado con laboratorios especializados que simulan las condiciones de una herida animal, el lugar donde las moscas del gusano barrenador depositan sus huevos. La planta, ubicada en Metapa, busca iniciar la producción nacional de moscas estériles para liberar al medio ambiente, una técnica comprobada para reducir y eliminar la plaga. La meta es que la instalación esté operativa para ju

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