Este jueves, Carlos III se convirtió en el primer monarca británico en rezar públicamente junto a un papa desde el cisma anglicano de hace cinco siglos. La cita tuvo lugar en la majestuosa Capilla Sixtina, bajo los soberbios frescos de Miguel Ángel, durante una celebración conjunta que presidieron León XIV y el arzobispo anglicano de York, Stephen Cottrell. El acto, riguroso en su formato y simbólico en su contenido, duró alrededor de 30 minutos y combinó liturgia católica y anglicana de forma inédita.

El coro de la Capilla Sixtina fue acompañado por el de la Capilla de San Jorge de Windsor, y el tema central de la oración fue la protección de la naturaleza, reflejo de la convergencia entre ambas Iglesias, una señal que va más allá de lo puramente ceremonial. Unos minutos antes del oficio

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